Wendy, rubicunda moza de buen ver y largas trenzas, paseaba por el campo buscando espárragos cuando tras una curva del camino se encontró al joven lama Isanpg Gpnasi meditando junto a una roca.
Curiosa por la solitaria e inmóvil figura se acercó a observar.
- Medito para aumentar mi sabiduría.- Contesto este.
- ¿Y como eres de sabio ahora mismo?
- Estoy al nivel de una hormiga.
- Ese no es un gran nivel- Afirmó la mujer desde la contundencia de sus conocimientos- ¿En que consiste esa meditación que no te lleva muy lejos?
- Básicamente, dudo.
- ¿Dudas?
- Sí, dudo de lo básico y busco otras explicaciones.
- No me extraña que te quede para llegar a sabio. Ya que vives en el campo, dime, ¿conoces al menos algo de las plantas silvestres comestibles?
- ¿Que quieres saber?
- Hay espárragos por todas partes, ¿por qué los quieres tan grandes y gruesos?
- Hazme caso, mejor grandes.- Insistió ella.
- ¿Qué es lo más sabroso del espárrago, mujer?
- La punta, sin duda. Todo el mundo lo sabe.
El monje continuó su razonamiento. – Y todo el mundo sabe también que el tronco suele ser muy fibroso y se desperdicia casi todo.
- Los mejores espárragos son grandes, con una hermosa punta y un suave tronco, y con lo que no se desperdicia se disfruta una delicia. ¿Sabes o no sabes donde puedo encontrar espárragos como esos?
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