viernes, 6 de febrero de 2009

La discreción.


-Ramírez, por favor. Se pasa por Recursos Humanos un momentito.
-Claro, jefe.

Oficina de Recursos Humanos, tercera planta, pasillo a la derecha del ascensor, segunda puerta.

-Pase, pase, Ramírez. Fíjese que nos hemos enterado que se va usted de putas con el liberal de Pueyo.
-¿Yooooo? No, en absoluto.
-No se preocupe usted, hombre. En esta empresa somos todos muy liberales. No nos importa nada lo que usted haga en su tiempo libre.
-Pero si yo no voy de putas, nunca, con Pueyo.
-Pero hombre, no sea tímido, si el mismo Pueyo lo publica en Internet, fíjese, aquí lo pone.
“En mi empresa somos todos muy liberales, yo mismamente me voy de putas con mi jefe, cuando quiere olvidarse un poco de su mujer”. ¿Lo ve?, además Pueyo pone su nombre, su dirección, su D.N.I. para que se vea que él no tiene ningún problema en que se le identifique, así podemos conocer a su jefe. Como somos una empresa tan liberal esto no tiene importancia. Yo se lo decía más que nada para que tenga cuidado no vaya a coger alguna cosa fea en esos sitios y se nos ponga de baja.
Por cierto, las dietas esas que quería cobrar, estoy pensando en que nos las vamos a ahorrar, no sea que se las gaste en putas. Estoy seguro de que su señora me comprenderá, ¿verdad?
-Pero si eso que pone ahí es mentira. Ese Pueyo está fantaseando.
-Hombre, por dios, no me diga usted eso. Pero si parece muy sincero, mire, aquí amenaza a alguien con contar la vida secreta de dos de sus amigas que no podrían permitirse un escándalo. Lo sabe todo. Y lo usa a su conveniencia. Mantiene a sus enemigos a raya, espero que no esté haciendo lo mismo con usted. Usted disfruta de su amistad, ¿verdad? Es un empleado ejemplar, se ve que es hombre de confianza al que se le pueden confiar muchos secretos. ¿Le ha confiado usted muchos secretos de la empresa, Ramírez?
-Ninguno, ninguno. Pero está en todas las reuniones de zona, conoce todas las estrategias a corto y medio plazo.
-Lo doy por hecho, Ramírez, yo me refiero en las distancias cortas, no sé, compartiendo un cubatita, compartiendo un chochito. Como confidencias entre liberales, usted me entiende. Ande, hombre, confiésese conmigo. Aquí somos todos liberales, como una gran familia liberal, ya sabe. Vea que este empleado ejemplar es capaz de destruir la vida de cualquiera por un quiteme usted allá esas pajas. No le quisiera ver en el comité de empresa si conociese ciertos datos que usted sí conoce, imagínese que capacidad de negociación tendría. Si es capaz de vender a su madre cuando le deja sin postre, a nosotros nos podría crujir. ¿Le ha contado algo que no deba? Querido Ramírez, liberal.
-En absoluto, en absoluto.
-Me alegra saberlo, pues nada, Ramírez, La próxima vez que se vayan de putas no dejen de avisarme, hombre, que no me tenga que enterar viendo las paginas guarras de Internet que nos gustan a nosotros los liberales, ¿eh, pillín?

Despacho del Consejero Delegado, cuarta planta, al fondo del pasillo, la puerta de cristal entre los dos ficus grandes.

-¿Y bien?
-No pasa nada, cosas de liberales. Pueyo no tenía mala intención. No era ninguna amenaza. Se le escapó el comentario.
-Entonces, ¿lo de comentar la vida secreta de la gente que se la confía para perjudicarlos en su entorno familiar y laboral no es algo que haga habitualmente?
-No he podido confirmarlo, pero dado su carácter...
-Ya. Pues no parece muy de fiar. ¿Y Ramírez le ha contado a Pueyo algo que pueda llevarse a la competencia?
-Parece que no.
-Bueno, al menos nos vamos a ahorrar todo tipo de aumento de sueldo con Ramírez, mientras no se divorcie. ¿Qué piensas hacer con Pueyo?
-Nada, no es de los que duran mucho en los sitios. Y si sigue largando quien sabe de qué nos podremos enterar.
-Bueno, confío en ti, conoces mejor que nadie a la gente, por eso llevas Recursos Humanos. ¿Lo de esta noche sigue en pie?
-Por supuesto, allí estaremos.
-Perfecto, estoy deseando follarme a tu mujer, y la mía te pone ojitos, que ya lo he visto.
-Es un gusto esto de ser una empresa tan liberal.
-Sí que lo es, sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario